Poder Popular

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martes, 20 de septiembre de 2011

Juzgarán a seis científicos por no predecir terremoto en localidad de L’Aquila

Unos cinco mil científicos de todo el mundo firmaron una carta en la que apoyan a sus compañeros italianos, pero tal como reconoce el abogado defensor de uno de los procesados, Marcello Milandri, es posible que su cliente termine en la cárcel


La próxima semana seis científicos y un funcionario serán enjuiciados por homicidio involuntario por el terremoto de L’Aquila (capital de Abruzos), en el que hace dos años murieron 309 personas. Esta situación ha provocado una enorme polémica y el rechazo de la comunidad científica.

A estas siete personas se les acusa de no predecir el sismo de 6,3 en la escala de Richter que asoló la referida localidad italiana el 6 de abril de 2009. Sin embargo, lo que se cuestiona es que hasta ahora no es posible prever con precisión este fenómeno de la naturaleza.

Los científicos insisten en que con los medios que disponen no pueden prever con precisión dónde va a ocurrir un terremoto, ni siquiera en una zona de gran actividad sísmica.

Unos cinco mil científicos de todo el mundo firmaron una carta en la que apoyan a sus compañeros italianos, pero tal como reconoce el abogado defensor de uno de los procesados, Marcello Milandri, es posible que su cliente termine en la cárcel.

“Temo que, como en un terremoto, nada en este caso es predecible. No nos olvidemos que este juicio está teniendo lugar en L”Aquila, donde toda la población ha sido afectada personalmente y está a la espera de una sentencia que no debería existir”, dijo Milandri.

Los firmantes de la carta piden a las autoridades que se concentren en la protección ante los terremotos en lugar de perseguir científicos. Consideran además que es un proceso inquisitorial al estilo del que sufrió Galileo.

Los fiscales que llevan adelante el caso aseguran que no se trata de un juicio a la ciencia y que son perfectamente conscientes de que no se puede predecir un terremoto.

Lo que cuestionan es si los acusados, miembros de la Comisión Italiana de Grandes Riesgos, hicieron su trabajo de forma adecuada.

El inspector local, Lorenzo Cavallo, recordó que “la comisión calmó a la población tras una serie de temblores de tierra”. “Después del terremoto, mucha gente comentó que cambiaron de actitud por los consejos de la comisión”, sostuvo.
NO HUBO ADVERTENCIA A TIEMPO

El periodista Giustino Parisse, quien vivía en Onna, una pequeña aldea cercana a L”Aquila, es uno de los que ha impulsado el caso.

Las semanas anteriores al terremoto hubo una serie de temblores. En la víspera, la noche del 5 de abril, varios sismos llegaron a despertar a su familia, sin embargo volvieron a dormir por recomendación de los científicos.

Su hija de 16 años y su hijo de 17 murieron aplastados en su casa debido al fuerte movimiento telúrico, junto a su padre.

Parisse explicó que la población estaba nerviosa por los avisos de un científico nuclear llamado Giampaolo Giuliani, quien había dicho que los altos niveles de gas radón sugerían que un terremoto era inminente.

Este indicador es ampliamente discutido. La mayoría de los expertos creen que no es confiable.

En aquel momento, el responsable de la agencia de protección civil italiana, Guido Bertolaso, tomó una decisión inusual al pedirle a la Comisión de Grandes Riesgos que viajara a L’Aquila para discutir la situación.

Allí se reunieron durante una hora con el funcionario que ahora también está siendo enjuiciado, Bernardo de Berandinis, quien era vicedirector del departamento de Protección Civil.

Dos de los que se sentarán en el banquillo de los acusados tienen vínculos con el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).

El responsable de Relaciones Públicas del INGV, Pasquale de Santis, aseguró que el juicio es una distracción. Dijo que desde 1998, los sismólogos venían diciendo que el área era de alto riesgo y que la población debía pedir el castigo para quienes no hicieron nada por endurecer la regulación de la construcción.
JUICIO PODRÍA GENERAR RENUNCIA DE CIENTÍFICOS

Quienes impulsan el proceso, dicen que la población de L’Aquila tiene derecho a saber lo que pasó. Muchos esperan que el juicio les dé algo de paz.

Pero quienes firmaron la carta de apoyo a los acusados temen que el caso sirva para disuadir a los científicos de dejar sus laboratorios para trabajar con las autoridades y el público.

El profesor de Geofísica de la Universidad del Ulster, John McCloskey, dijo que los acusados son científicos que se pasaron la vida produciendo los mapas sísmicos más sofisticados.

Para McCloskey, es un “ultraje” que ahora se enfrenten a un proceso por homicidio. El profesor fue uno de los que firmó la carta. Y su opinión no deja lugar a contemplaciones: “Su cuenta y riesgo son los nuestros”.

Parlatino rechazó agresiones de Estados Unidos contra Venezuela

El Parlamento Latinoamericano, capítulo Venezuela, se pronunció este martes en rechazo a las acusaciones de instituciones del gobierno de Estados Unidos (EE.UU) contra funcionarios del Estado venezolano.

La vicepresidenta del Parlatino, diputada Ana Elisa Osorio, dijo que “ese es el modus operandi que ha utilizado el imperio a lo largo de los años. Venezuela, como país soberano, no permitirá este tipo de ataques en su contra”.

Osorio expresó que las acusaciones del Departamento del Tesoro de EE.UU en contra de cuatro funcionarios venezolanos no posee bases legales que las sustenten.

Agregó que las mismas buscan generar una matriz de opinión para desacreditar internacionalmente a Venezuela, calificándolo de país narcotraficante y terrorista.

Las declaraciones fueron ofrecidas por la parlamentaria a su salida de la sesión ordinaria celebrada este martes.

Insistió la diputada en la necesidad de estar alerta ante cualquier tipo de ataques, dado que Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo del mundo y eso la convierte en un blanco potencial. “Debemos salir al paso ante esta nueva arremetida, que no es solo contra funcionarios del Estado, sino contra nuestras instituciones”, puntualizó.

En la ONU se busca legitimar a CNT sin discutir sobre la destrucción de Libia

La investigadora y analista internacional Eva Golinger, alertó este martes que en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolla en Nueva York, se busca legitimar al autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, dejando fuera de las discusiones la intervención militar extranjera en ese país del norte de África.

La también abogada explicó que el gobierno de Estados Unidos y sus aliados europeos, buscan legitimar en la ONU “toda esta barbaridad que han cometido en los últimos siete meses” en territorio libio.

Golinger señaló que las acciones aplicadas contra el pueblo libio ahora quieren ser utilizadas por parte de la Casa Blanca “como modelo para actuar contra Siria”.

La investigadora recordó que una información suministrada por el diario New York Times, con fuentes “que vienen desde adentro del equipo de Obama”, reveló que Washington “está preparando el plan de transición en Siria y está reformando su política hacia Siria, para un país sin (el presidente) Bashar Al Assad”.

Aseguró que en Naciones Unidas no se está hablando de la matanza en Libia, donde se estima que podría tener un saldo de 50 mil muertos, y que seguramente tampoco se tratará la destrucción del país, causada desde hace siete meses por los bombardeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan).

La analista expresó que en la ONU, tanto Estados Unidos como las potencias europeas, buscarán solamente “reconocer un grupo de gente que actúa bajo los intereses de potencias extranjeras y darles una especie de autoridad extraterritorial para que tomen decisiones sobre los recursos de Libia”.

“Si Libia no tuviera petróleo, nada de esto hubiera sucedido, sería otro país africano maltratado y obviado e ignorado por las grandes potencias”, resumió la analista.

La investigadora señaló que el gobierno del presidente Barack Obama, desde un principio, dejó claro que su objetivo era que el líder libio, Muammar Al Gaddafi, dejará el poder.

“Era muy evidente que Estados Unidos tenía su plan de transición, como lo llaman ellos, a cualquier costo, sea tanto la destrucción de un país o la masacre de miles de personas”, indicó.

Por último, Eva Golinger manifestó que el CNT “no existe” y “es una creación” de Washington, porque ese órgano “no ha sido promovido por el propio pueblo libio, sino por las potencias extranjeras”.

Germán Saltrón: Hechos de corrupción en Venezuela son imprescriptibles

El representante del Estado venezolano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Germán Saltrón, reiteró este martes que de acuerdo a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, “los hechos de corrupción en el país son imprescriptibles”.

Entrevistado en el programa Dando y Dando, que transmite Venezolana de Televisión, Saltrón ratificó que Venezuela no debe asumir como una decisión oficial la sentencia pronunciada por la CIDH sobre el caso de Leopoldo López, hasta que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) analice la misma y anuncie su decisión al respecto.

“Nuestra Constitución establece que los actos de corrupción son imprescriptibles (…) Nadie puede decir que el hecho de que la Corte dictamine algo, de inmediato nosotros debemos cumplirlo, no. Eso lo llevamos a la instancia superior, y en este caso, es el TSJ que se debe pronunciar”, explicó.

Informó que dicha sentencia le fue notificada el pasado 16 de septiembre, vía correo electrónico, y la misma fue remitida al TSJ para su análisis.

Asimismo, indicó que durante la audiencia por el caso de Leopoldo López, los expedientes abiertos por la Contraloría General de la República (CGR) fueron revisados por cada uno de los magistrados del organismo interamericano. “Se analizó todo el procedimiento seguido por la Contraloría y se determinó que todo estaba bien (…), tanto es así que ellos copiaron parte de unos párrafos en su sentencia”, destacó.
LEOPOLDO LÓPEZ AÚN SIGUE INHABILITADO

Por su parte, el diputado al Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Roy Daza, sostuvo que el exalcalde del municipio Chacao, Leopoldo López, aún sigue inhabilitado y no puede ejercer cargos de dirección política en el país.

“Él (Leopoldo López) puede formar un partido, hablar por los medios de comunicación, llamar a elecciones internas, pero no puede asumir cargos de dirección política del país”, afirmó el parlamentario.

Destacó que uno de los elementos fundamentales de la vida política en América Latina es la lucha contra la corrupción, por lo que cuestionó el hecho de que la Corte Interamericana haya pronunciado un fallo en favor de un ciudadano que es investigado por hechos de esta índole.

La decisión de inhabilitar a López fue tomada por la Contraloría General de la República en agosto de 2008 por dos casos de malversación de recursos económicos: uno ocurrido en 1996, en la petrolera estatal Pdvsa, y otro en la Alcaldía de Chacao, en 2004.

ONU debe abrir un debate mundial sobre verdadera situación Palestina

El Canciller venezolano Nicolás Maduro, sostuvo este martes una reunión bilateral con su homólogo palestino Riyad Al Maliki, en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos), donde a partir de este miércoles se discute, entre otros temas, el reconocimiento del Estado Palestino, durante el 66° Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU.

En este encuentro, el ministro Maduro, en nombre del Presidente Hugo Chávez y del Gobierno Bolivariano, ratificó el apoyo y la solidaridad a la causa Palestina.

“Expresamos a los palestino la posición histórica de los venezolanos y pedimos se permita que se abra un debate mundial sobre la verdadera situación de ese pueblo, para que cese la agresión permanente y el apartheid , ya que ellos tienen derecho a la vida, a la paz y al reconocimiento mundial”, expresó el canciller venezolano.

Destacó que “ha llegado el momento para que, a través de las Naciones Unidas, que es el organismo multilateral de la paz, se haga justicia”.

A juicio de Maduro, Palestina es un pueblo histórico y milenario que ha ocupado ese territorio durante siglos y siempre vivió en paz entre cristianos, musulmanes y judíos, “hasta que se entronizó el occidente e impuso una situación de guerra y ocupación permanente”.

Asimismo, aseguró que es el momento para que la ONU “avance hacia un proceso de refundación sobre los nuevos tiempos que se están viviendo, una nueva época donde es necesario que se consolide un mundo pluripolar”.

Finalmente, puntualizó que las Naciones Unidas debe ser una organización para establecer y reconocer los derechos de los pueblos y la paz, no un organismo de instancias para avalar la guerra .

PSUV realizará este miércoles cadena de oración por la salud del Comandante Chávez

Prensa PSUV.- El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) realizará en todas las capitales del país una cadena de oración para pedir por la plena recuperación del Presidente de la República Hugo Chávez, quien se encuentra desde este domingo en La Habana, Cuba, cumpliendo con su cuarta sesión de quimioterapia.

La información la suministró el profesor Aristóbulo Istúriz, Vicepresidente para la Región Central del PSUV, a su salida de una reunión con los equipos políticos regionales de Miranda, Vargas, Caracas y Aragua, realizada este martes en la Casa Nacional del partido.

“La cita es partir de las 5 de la tarde simultáneamente en todas las capitales de estado”, precisó Istúriz, quien informó que en Los Teques la actividad se realizará en la iglesia El Carmen, en Maracay será en la catedral de Maracay, mientras que en Vargas será en la Catedral de la Guaira y en Caracas en la Iglesia San Francisco del centro de la ciudad.

El viernes a partir de las 10 de la mañana se entregarán reconocimientos en las Sala Planaria de Parque Central a los militantes revolucionarios que fungieron como alistadores en los Puntos de Encuentro de la capital. El acto lo presidirá Aristóbulo Istúriz.

Más tarde, a las 2, los alistadores de Vargas se concentrarán en el club aeropuerto de la entidad para recibir su merecido reconocimiento ante una jornada que se prolongó por 7 fines de semana en todo el país, desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

“El día sábado será el de Miranda y el día domingo el de Maracay. Le daremos una inducción porque ellos son los convocantes a las Asambleas de Puntos de Encuentro prevista para el 1 de octubre”, informó Istúriz.

PRESIDENTE CHAVEZ RATIFICA APOYO DE VENEZUELA AL ESTADO PALESTINO

El presidente de la República, Hugo Chávez, ratificó en una carta enviada a la Organización de Naciones Unidas el apoyo de Venezuela al reconocimiento del Estado palestino, que será debatido esta semana en la Asamblea General.



Miraflores, 17 de septiembre de 2011

Su Excelencia
Ban Ki-Moon
Secretario General
Organización de las Naciones Unidas

Señor Secretario General:
Distinguidos representantes de los pueblos del mundo:

Dirijo estas palabras a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a este gran foro donde están representados todos los pueblos de la tierra, para ratificar, en este día y en este escenario, el total apoyo de Venezuela al reconocimiento del Estado palestino: al derecho de Palestina a convertirse en un país libre, soberano e independiente. Se trata de un acto de justicia histórico con un pueblo que lleva en sí, desde siempre, todo el dolor y el sufrimiento del mundo.

El gran filósofo francés Gilles Deleuze, en su memorable escrito La grandeza de Arafat, dice con el acento de la verdad: La causa palestina es ante todo el conjunto de injusticias que este pueblo ha padecido y sigue padeciendo. Y también es, me atrevo agregar, una permanente e indoblegable voluntad de resistencia que ya está inscrita en la memoria heroica de la condición humana. Voluntad de resistencia que nace del más profundo amor por la tierra.

Mahmud Darwish, voz infinita de la Palestina posible, nos habla desde el sentimiento y la conciencia de este amor: No necesitamos el recuerdo/ porque en nosotros está el Monte Carmelo/ y en nuestros párpados está la hierba de Galilea./ No digas: ¡si corriésemos hacia mi país como el río!/ ¡No lo digas!/ Porque estamos en la carne de nuestro país/ y él está en nosotros.

Contra quienes sostienen, falazmente que lo ocurrido al pueblo palestino no es un genocidio, el mismo Deleuze sostiene con implacable lucidez: En todos los casos se trata de hacer como si el pueblo palestino no solamente no debiera existir, sino que no hubiera existido nunca. Es, cómo decirlo, el grado cero del genocidio: decretar que un pueblo no existe; negarle el derecho a la existencia.

A propósito, cuánta razón tiene el gran escritor español Juan Goytisolo cuando señala contundentemente: La promesa bíblica de la tierra de Judea y Samaria a las tribus de Israel no es un contrato de propiedad avalado ante notario que autoriza a desahuciar de su suelo a quienes nacieron y viven en él. Por eso mismo, la resolución del conflicto del Medio Oriente pasa, necesariamente, por hacerle justicia al pueblo palestino; éste es el único camino para conquistar la paz.

Duele e indigna que quienes padecieron uno de los peores genocidios de la historia, se hayan convertido en verdugos del pueblo palestino: duele e indigna que la herencia del Holocausto sea la Nakba. E indigna, a secas, que el sionismo siga haciendo uso del chantaje del antisemitismo contra quienes se oponen a sus atropellos y a sus crímenes.

Israel ha instrumentalizado e instrumentaliza, con descaro y vileza, la memoria de las víctimas. Y lo hace para actuar, con total impunidad, contra Palestina. De paso, no es ocioso precisar que el antisemitismo es una miseria occidental, europea, de la que no participan los árabes. No olvidemos, además, que es el pueblo semita palestino el que padece la limpieza étnica practicada por el Estado colonialista israelí.

Quiero que se me entienda: una cosa es rechazar al antisemitismo, y otra muy diferente aceptar pasivamente que la barbarie sionista le imponga un régimen de apartheid al pueblo palestino. Desde un punto de vista ético, quien rechaza lo primero, tiene que condenar lo segundo.

Una digresión necesaria: es francamente abusivo confundir sionismo con judaísmo; no pocas voces intelectuales judías, como las de Albert Einstein y Erich Fromm, se han encargado de recordárnoslo a través del tiempo. Y, hoy por hoy, es cada vez más numerosa la ciudadanía consciente que, en el propio Israel, se opone abiertamente al sionismo y a sus prácticas terroristas y criminales.

Hay que decirlo con todas sus letras: el sionismo, como visión del mundo, es absolutamente racista. Estas palabras de Golda Meir, en su aterrador cinismo, son prueba fehaciente de ello: ¿Cómo vamos a devolver los territorios ocupados? No hay nadie a quien devolverlo. No hay tal cosa llamada palestinos. No era como se piensa que existía un pueblo llamado palestino, que se considera él mismo como palestino y que nosotros llegamos, los echamos y les quitamos su país. Ellos no existían.

Necesario es hacer memoria: desde finales del siglo XIX, el sionismo planteó el regreso del pueblo judío a Palestina y la creación de un Estado nacional propio. Este planteamiento era funcional al colonialismo francés y británico, como lo sería después al imperialismo yanqui. Occidente alentó y apoyó, desde siempre, la ocupación sionista de Palestina por la vía militar.

Léase y reléase ese documento que se conoce históricamente como Declaración de Balfour del año 1917: el Gobierno británico se arrogaba la potestad de prometer a los judíos un hogar nacional en Palestina, desconociendo deliberadamente la presencia y la voluntad de sus habitantes. Hay que acotar que en Tierra Santa convivieron en paz, durante siglos, cristianos y musulmanes, hasta que el sionismo comenzó a reivindicarla como de su entera y exclusiva propiedad.

Recordemos que, desde la segunda década del siglo XX, el sionismo, aprovechando la ocupación colonial británica de Palestina, comenzó a desarrollar su proyecto expansionista. Al concluir la Segunda Guerra Mundial, se exacerbaría la tragedia del pueblo palestino, consumándose la expulsión de su territorio y, al mismo tiempo, de la historia. En 1947 la ominosa e ilegal resolución 181 de Naciones Unidas recomienda la partición de Palestina en un Estado judío, un Estado árabe y una zona bajo control internacional (Jerusalén y Belén). Se concedió, vaya qué descaro, el 56% del territorio al sionismo para la constitución de su Estado. De hecho, esta resolución violaba el derecho internacional y desconocía flagrantemente la voluntad de las grandes mayorías árabes: el derecho de autodeterminación de los pueblos se convertía en letra muerta.

Desde 1948 hasta hoy, el Estado sionista ha proseguido con su criminal estrategia contra el pueblo palestino. Para ello, ha contado siempre con un aliado incondicional: los Estados Unidos de Norteamérica. Y esta incondicionalidad se demuestra a través de un hecho bien concreto: es Israel quien orienta y fija la política internacional estadounidense para el Medio Oriente. Con toda razón, Edward Said, esa gran conciencia palestina y universal, sostenía que cualquier acuerdo de paz que se construya sobre la alianza con EEUU será una alianza que confirme el poder del sionismo, más que confrontarlo.

Ahora bien: contra lo que Israel y Estados Unidos pretenden hacerle creer al mundo, a través de las transnacionales de la comunicación, lo que aconteció y sigue aconteciendo en Palestina, digámoslo con Said, no es un conflicto religioso: es un conflicto político, de cuño colonial e imperialista; no es un conflicto milenario sino contemporáneo; no es un conflicto que nació en el Medio Oriente sino en Europa.

¿Cuál era y cuál sigue siendo el meollo del conflicto?: se privilegia la discusión y consideración de la seguridad de Israel, y para nada la de Palestina. Así puede corroborarse en la historia reciente: basta con recordar el nuevo episodio genocida desencadenado por Israel a través de la operación “Plomo Fundido” en Gaza.

La seguridad de Palestina no puede reducirse al simple reconocimiento de un limitado autogobierno y autocontrol policíaco en sus “enclaves” de la ribera occidental del Jordán y en la franja de Gaza, dejando por fuera no sólo la creación del Estado palestino, sobre las fronteras anteriores a 1967 y con Jerusalén oriental como su capital, los derechos de sus nacionales y su autodeterminación como pueblo, sino, también, la compensación y consiguiente vuelta a la Patria del
50% de la población palestina que se encuentra dispersa por el mundo entero, tal y como lo establece la resolución 194.

Es increíble que un país (Israel) que debe su existencia a una resolución de la Asamblea General, pueda ser tan desdeñoso de las resoluciones que emanan de las Naciones Unidas, denunciaba el padre Miguel D’Escoto cuando pedía el cese de la masacre contra el pueblo de Gaza, a finales de 2008 y principios de 2009.

Señor Secretario General y distinguidos representantes de los pueblos del mundo:

Es imposible ignorar la crisis de Naciones Unidas. Ante esta misma Asamblea General sostuvimos, en el año 2005, que el modelo de Naciones Unidas se había agotado. El hecho de que se haya postergado el debate sobre la cuestión palestina, y que se le esté saboteando abiertamente, es una nueva confirmación de ello.

Desde hace ya varios días, Washington viene manifestando que vetará en el Consejo de Seguridad lo que será resolución mayoritaria de la Asamblea General: el reconocimiento de Palestina como miembro pleno de la ONU. Junto a las Naciones hermanas que conforman la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), en la Declaración de reconocimiento del Estado palestino, hemos deplorado, desde ya, que tan justa aspiración pueda ser bloqueada por esta vía. Como sabemos, el imperio, en éste y en otros casos, pretende imponer un doble estándar en el escenario mundial: es la doble moral yanqui que viola el derecho internacional en Libia, pero permite que Israel haga lo que le dé la gana, convirtiéndose así en el principal cómplice del genocidio palestino a manos de la barbarie sionista. Recordemos unas palabras de Said que meten el dedo en la llaga: Debido a los intereses de Israel en Estados Unidos, la política de este país en torno a Medio Oriente es, por tanto, israelocéntrica.

Quiero finalizar con la voz de Mahmud Darwish en su memorable poema Sobre esta tierra: Sobre esta tierra hay algo que merece vivir: sobre esta tierra está la señora de/ la tierra, la madre de los comienzos, la madre de los finales. Se llamaba Palestina. Se sigue llamando/ Palestina. Señora: yo merezco, porque tú eres mi dama, yo merezco vivir.

Se seguirá llamando Palestina: ¡Palestina vivirá y vencerá! ¡Larga vida a Palestina libre, soberana e independiente!
Hugo Chávez Frías
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela

jueves, 15 de septiembre de 2011

11 de septiembre, reflexiones después de una década..

Escribo estas palabras en pleno 11 de septiembre de 2011, diez años después del llamado mayor atentado terrorista de la historia de la humanidad. Es difícil formular cualquier análisis de tipo retrospectivo una vez que casi todo ya fue dicho de dos maneras. Los enunciados públicos, verdaderas piezas propagandísticas de la guerra imperial contra Afganistán y el Irak, ya fueron mil veces reproducidos por los llamados medios empresariales corporativos, en la época muy insuflada por grupos económicos como la News Corp, del hoy parcialmente sin máscaras Rupert Murdoch. Los enunciados no públicos, se hicieron misión en contra de aquellos que se oponen a la tesis de guerras y choques de civilización y rechazan reproducir el imperialismo occidental bajo la forma de “democracia”. Mucho del periodismo y de los análisis políticos de la Internet en escala mundial toman ese partido, al cual este escritor modestamente se vincula, afilia y aporta un grano de arena más.

Todos los que pronunciamos públicamente análisis, impresiones, opiniones y conflictos de opiniones, ya hablamos, y mucho, a lo largo de los últimos diez años, acerca de la década donde la Guerra contra el Terror impuso para el mundo su conflicto sin límite de terrenos y escenarios de operaciones móviles. Esta debe ser nuestra primera reflexión. En una escala de operaciones por encima de la media, los Estados Unidos asumen su vocación imperial y promueven un conflicto en escala planetaria, más allá de los escenarios complejos del Irak (un pantano sin salida alguna) y el escenario conjunto de Afganistán-Pakistán. La “Guerra contra el Terror” es una coordenada para un Estado-Mayor conjunto, este de tipo combatiente, llamado United Special Operations Command (Mando de Operaciones Especiales, equivalente a un Estado-Mayor de Operaciones Especiales, USSOCOM). A través de esta articulación de Grandes Unidades, y el brazo extendido del Joint Special Operations Command (JSOC), el Pentágono incluye una ideología de tipo “Seguridad Nacional” dentro del territorio de los 50 estados que componen el país, construido por el pacto oligárquico de las 13 colonias originarias. Así, la “Guerra contra el Terror” se aplica en escenarios diversos, en escala planetaria, incluyendo el escenario doméstico.

Evaluar los efectos post11 de septiembre para la democracia americana, cuando la avanzada de los neo-conservadores y el estímulo del combate al terror integrista suman fuerzas y atropellan barreras legales y políticas, será objeto de un próximo artículo. El punto obligatorio aquí es citar, sólo para demarcar su relevancia, que la creación del Department of Homeland Security (DHS, equivalente al Ministerio del Interior) reorganiza una serie de agencias federales de los EUA (como el Servicio Secreto, la Inmigración, la Guardia Costera, Patrulla de Fronteras y Aduanas, entre otros) y estas así como el FBI (DEA, ATF, y US Marshals, entre otros), tienen prerrogativas sobre las fuerzas de seguridad de estados, condados y municipios. Esto implica, como mínimo, una tensión permanente entre la disidencia interna, las oposiciones civiles y contestatarias y los macro-designios del complejo industrial-militar y del poderío de los lobbies, como el del petróleo.

Pero, como dije más arriba, el análisis de la política estadounidense post11 de septiembre, ya está destinado a otro texto. El momento es atenernos a otro reflejo después de los atentados y a las guerras de invasión recurrentes provocadas por estos. En escala global, el mundo cambió, es posible que nos estemos aproximándonos a un sistema descentrado –aunque tenga el mando militar directo de un Imperio tipo superpotencia– y cuyas oposiciones a la Globalización Transnacional Capitalista se ven atrapadas, ofuscadas más allá del Occidente, en función de la presencia integrista de un lado (el correcto sería afirmar de los integristas, de los jihadistas) y de la avanzada de la China y el nuevo bloque en formación (donde el Brasil se incluye y avanza), por otro. Y, como una pista interpretativa, esa puede ser una de las grandes modificaciones que vivimos hoy en el planeta en términos de opciones y alternativas.

La tesis del choque de civilizaciones y de las visiones totales del uso de recursos y formas de acumulación en la Tierra no es algo exclusivo del momento en que vivimos. La exacerbación de ese combate, sí lo es. George W. Bush asume un gobierno a través de elecciones como mínimo sospechosas (fraudulentas para algunos críticos, donde me incluyo) y aplica la venganza como lema de su gobierno, garantizando que a pesar de su desastrosa administración fuera reelecto en una victoria arrasadora en 2004. Ya en la carrera electoral de 2008, dos proyectos, uno de tono levemente neo-keynesiano (el de Obama con Joe Biden y la bendición de Hillary y del lobby sionista de la AIPAC), compitiendo con un belicista y héroe de guerra, John Mccain y su impagable candidata la vice, Sarah Palin, apuntó a la necesidad de salida del modelo ya agotado de los EUA. Faltó avisar esa suspensión de pagos de proyecto a los poderes fácticos del Imperio, que hicieron del gobierno de Obama un infierno desastroso, y cuyo gran mérito en la política internacional fue eliminar a Osama Bin Laden.

Retrocediendo el tiempo de la lucha Antiglobalización para comprender

En 11 de septiembre de 2001, cuando los ataques contra las Torres Gemelas, el occidente volvía a respirar a través de una nueva izquierda que resucitaba con discursos renovados o rememorados (como el fortalecimiento de ideas-fuerza libertarias), buscando soluciones para el neoliberalismo arrasador. La China era ya una potencia, pero no tenía la proyección de hoy, aunque ya operara como Chimérica, siendo uno de los mayores compradores de títulos de la deuda estadounidense. Aquel año, al menos en términos de ideario, se forjaban un conjunto de ideas de modo a superar la democracia realmente existente, y se cicatrizaban las heridas de los pocos que aún eran “viudas” del horror societario (distribuctivista sí, pero totalitario), que fuera el “socialismo real”. Hasta la invasión de los EUA a Afganistán, iniciada en octubre de 2001, este país era gobernado –al menos sus centros de poder– por la facción victoriosa de la guerra civil post-derrota y retirada de la antigua Unión Soviética, en 1989 (entonces con largos diez años de penuria en las montañas desérticas en aquel Estado ficticio, siendo de hecho un territorio aún tribal), por un partido de estudiantes (Taleban), cuyos líderes fueron educados en escuelas religiosas (madrastas), con el apoyo financiero de las mismas redes comandadas por sauditas wahabitas (como el Sheik Osama Bin Laden), apoyadas por la CIA durante los años ’80 del siglo XX.

El debate político en el mundo se hace, de nuevo, simplificado, pues de un lado estaría el conjunto de valores occidentales, concomitante con la apología demente al fundamentalismo de mercado y al Estado gendarme. Del otro, la igualmente bestial afirmación de la Umma y de la Avanzada Verde, esta vez bajo la interpretación integrista de la lucha justa en escala global. Hoy, en términos de proyectos globales, tenemos tres opciones fallidas y muchas veces no concurrentes, pero sí complementarias. El fundamentalismo de mercado, cuyo peor de los ejemplos es el fraude con nombre de crisis a partir de la operación de la burbuja inmobiliaria de los EUA; ese neo-bismarckismo (incompleto, es cierto), donde el Estado promueve empresas campeonas nacionales y recibe capitales transnacionales (desde que gestionan empleo directo) y financia el crecimiento a la base de venta de productos primarios, superexplotación de mano de obra o el conjunto de éstas (cómo es la base transversal de los BRICs); o entonces la propuesta aún beligerante y con cierta ascendencia en algunos territorios (como en Somalia, otra derrota estadounidense más), de una interpretación más o menos cerrada del integrismo (ahí se localiza una disputa entre Arabia Saudí e Irán, y la tentativa de influencia de estos Estados sobre las redes jihadistas), en que tampoco se toman en cuenta las libertades individuales y los derechos colectivos no hegemónicos.

En ese promedio del último decenio, vivimos experiencias muy interesantes, como la de Oaxaca (México 2006), y el soplo de esperanza con la Primavera Árabe (“revolución de los jazmines” es un bello neologismo también aplicable), donde se cae la mascara de la falsa oposición entre gobiernos dictatoriales y un Occidente en guerra contra el terror integrista. La guerra clandestina, además de secuestrar (potencialmente a cualquiera y en cualquier parte del planeta), detener sin ninguna legalidad (como en Guantánamo, una aberración jurídica, un enclave imperial en Cuba), y a veces soltar sin juzgar, antes entregaba prisioneros para ser torturados en mazmorras árabes, en países como la Libia de Khadafi, la Siria de Assad y el Egipto de Mubarak. En este intervalo de tiempo el capitalismo desarrolló una solución esencial para las perspectivas neoliberales, cuando el problema de la acumulación económica es muy superior al problema de la libertad política. En este sentido, China apunta hacia los herederos de la Sociedad Mont-Pèlerin y los entusiastas del pacto neo-conservador (como el Tea Party de los EUA, insuflado por la Fox News de Murdoch y cia.), como una salida pinochetista en escala mil veces superior.

La herencia del 11 de septiembre es para el Occidente que se opone a la Globalización Transnacional Capitalista, colocada como un problema a ser superado. No hay como negar el horror integrista; ni tampoco el terror de Estado de la acción imperial en Oriente Medio, en el Magreb y en la Asia Central; ni tampoco la opción de desarrollo capitalista a toda costa, agotando los recursos naturales y profundizando las fusiones y concentraciones de capital (como los proyectos del Plan IIRSA en América Latina y la acción de China en la África). Demarcar un campo de trabajo más allá de estas opciones totales (siendo también, bajo algunos ángulos, totalitarias), es un obstáculo a la política internacional de los movimientos populares y de contestación contra la Globalización Capitalista (hegemonizada por la Mundialización Financiera). El afirmar tal proyecto político, en el que se incluiría la base de la Justicia Social y Libertades Políticas y Derechos Individuales y Colectivos, teniendo como base del desarrollo el respeto por las culturas originarias y el equilibrio en el uso de los recursos naturales; está presente en todos los discursos más o menos legítimos. y a la vez ausente del horizonte de posibilidades a corto plazo.

El 11 de septiembre y la Guerra contra el Terror, como que dieron carta blanca a lo peor de las fuerzas del capitalismo para hegemonizar a la ya pobre cultura política de los EUA. Esto sobre-dimensiona las fuerzas del fundamentalismo de mercado, que arremeten con todo e imponen la inconsecuencia total de sus actos. Un ejemplo de esta demencia fue que sobreviniera, generando desde el centro del sistema el mayor fraude financiero (y fiscal, y societario, y tal vez político) de la humanidad. Un día como hoy, además de respetar la memoria de las víctimas del ataque inhumano y absurdo (¡no hay causa que justifique el ataque contra inocentes!), debería servir para superar la manipulación mediática y la pobreza de los argumentos de liberales estériles, defensores del sistema de mercado y de las instituciones de la democracia representativa (delegativos y superficiales) realmente existentes. Este dibujo de poder fáctico y producción de sentido no genera nada además de un consenso fabricado en industrias de bienes simbólicos, y desarman así lo mejor del espíritu rebelde del Occidente. En estos diez años después de los ataques promovidos por el ex-aliado de los EUA, ya se hace hora de superar esta mentira sistémica alimentada por la desinformación estructural..

LA VIDA EN REVOLUCION

En última instancia se trata de la vida, de la existencia y de la calidad de esa existencia. Esa es la esencia de la batalla de la Revolución enfrentada a la contrarrevolución, del Socialismo desafiando al capitalismo. Esa es la medida de todas las cosas, de todas las acciones, este debe ser el escenario de las comparaciones.


Los gringos-lacayos tienen una feroz campaña contra el gobierno de Chávez, contra la Revolución, esgrimen como argumento central la inseguridad, exageran cifras, las publicitan, las transforman en pequeñas historias, en novelitas que infiltran el alma noble de este pueblo.

La revolución debe mostrar sus números y sus razones. Veamos.

Nunca un gobierno había hecho tanto por la vida, por su existencia y por su calidad como el Gobierno Socialista. Es que el Socialismo tiene como esencia, como centro de su razón de ser a la vida, al hombre.

El capitalismo, en contraste con su ética egoísta, tiene como centro, como razón de su existencia, el lucro, la ganancia, atesorar cosas, el consumo desmedido. Es así, en el capitalismo el que más tenga más vale, no importa cómo se obtienen los objetos, el dinero, lo que importa es tenerlos. Un black berry valoriza igual si es comprado o producto de un asesinato, un buen carro otorga el mismo prestigio si es comprado o si es obtenido con corrupción, especulando, o del tráfico de drogas que condena a la juventud a la miseria espiritual.

Es hora de mostrar lo que el Socialismo hace por la vida. Veamos.

Barrio Adentro ha salvado alrededor de ¡medio millón de vidas! Vidas de niños, ancianos, mujeres, muchachos, que andan por allí alegres, enamorados, tristes a veces, van al cine, trabajan, deben su vida a Barrio Adentro, al Socialismo. Esto debe ser publicitado con fuerza, los instrumentos de divulgación del gobierno deben contar todos los días las pequeñas grandes historias de estas vidas rescatadas de la guadaña capitalista. Y que cuenten en oposición las vidas que cesaron por no ser atendidas en la medicina del capitalismo.

Barrio Adentro tiene ¡cincuenta y cinco millones! de consultas médicas que han aliviado dolencias y otorgado calidad de vida.

Estos números, sin contar las otras Misiones, dan idea del respeto por la vida en el Socialismo, no lo podrá mostrar nunca el capitalismo. Que no vengan a hablar de inseguridad los defensores del sistema capitalista, el sistema más inseguro, con más desprecio por la vida, que ha parido la humanidad.

Los asesinatos y robos tienen siempre en su motivación, la ética del capitalismo, el tener, el logro fácil sobre todas las consideraciones, la falta de Conciencia del Deber Social. Esos crímenes son imputables al capitalismo.

Si alguna culpa tiene el Gobierno Revolucionario, es no haber avanzado más rápido en la elevación de la ética socialista. El fallar en contar esas pequeñas grandes historias. El problema de la inseguridad se soluciona con más Socialismo, nunca con más capitalismo.

¡Con Chávez y Socialismo acabaremos con la inseguridad!

CRISIS DE LA ECONOMIA MUNDIAL.

Más grave que en 2008

Otra vez los tres centros de la economía mundial ingresan a paso de paquidermo en la ciénaga de la recesión. Como en 2008, todo lo que pueden proponerse quienes manejan las palancas del poder planetario es impedir que esa marcha inexorable dé un paso más y se transforme en depresión. El alerta máximo deriva de un hecho a la vista: el remedio utilizado dos años atrás se revela inocuo tras haber agravado la enfermedad. La alegada recuperación de 2009/2010 no fue tal: ahora se reconoce que la economía estadounidense es más chica que en 2007. Y reemprende la caída. Otro fraude comunicacional de alcance mundial que se derrumba.

He allí la causa de la fiebre bursátil: ya no se puede ocultar el horizonte recesivo ni dar garantías ante el riesgo de depresión. Basta ver la secuencia que desemboca en el desbarajuste actual: el keynesianismo fue el antídoto fuerte contra los estragos del liberalismo y el riesgo de revolución mundial tras la primera, y sobre todo la segunda, guerras mundiales. La celebrada fórmula del lord inglés empeñado en salvar al imperialismo soportó cinco décadas. A los obvios argumentos de sus críticos anunciando las consecuencias Keynes respondía con flema inglesa: “en el largo plazo estaremos todos muertos”. El largo plazo llegó. Keynes, efectivamente, ya había fallecido. No pudo defenderse de las descalificaciones esgrimidas por nuevas escuelas, que afrontaron la situación de extremo riesgo con una contrafórmula denominada “neoliberalismo”. Este remedio salvador tuvo un efecto igualmente destructivo de las bases del sistema, pero duró mucho menos: en algo menos de dos décadas produjo una hecatombe social y económica.

In extremis, renombrados economistas laureados con sendos Nobel, dieron paso al “neokeynesianismo”. Para su desazón, esta vez, en apenas dos años, la fórmula produjo resultados demoledores y fuera de control, ante los cuales la teoría económica capitalista está perpleja.

Como boxeador en estado de knockout técnico, premios Nobel de economía y figuras mayores de la política mundial discuten en tono escasamente académico. Unos proponen apelar a una suerte de “neo-neoliberalismo”, a fin de contrarrestar la devastación macroeconómica provocada por la emisión de cantidades siderales de dinero sin respaldo para reactivar los mercados. Otros sugieren ensayar un “neo-neokeynesianismo” y ofrendar más montañas de papel pintado al Moloch del capital. Mientras tanto, a falta de respuesta teórica, se apela a una práctica híbrida: brutales ajustes de las economías centrales en detrimento de los ingresos de las masas (es decir, reducción drástica de la demanda agregada, inducción a la recesión, según indica la teoría económica liberal), combinados con salvatajes minuto a minuto de gobiernos y grandes Bancos (o sea, ingreso a saco del Estado en el mercado para salvar el sistema, en socorrida apelación al keynesianismo).

No será merecedor de un Nobel quien prediga que esta combinación, si acaso logra postergar una vez más la dinámica hacia la depresión mundial provocará, a término, un terremoto social planetario y mayores y más descontrolados desequilibrios de la macroeconomía capitalista. Pero acertará.
Suramérica en posición de autodefensa

Unasur reaccionó rápido cuando algunos de los gobiernos que la integran comprendieron la amenaza planteada por la súbita reaparición de la crisis en los centros del capitalismo mundial. Es por demás elocuente que el promotor de las reuniones realizadas en el último mes fuera el mandatario colombiano Juan Manuel Santos, en ocasión de un encuentro protocolar de presidentes en Lima, durante la asunción de Ollanta Humala.

Bien mirado, ese detalle está cargado de significaciones. En primer lugar, ratifica un hecho simple pero, curiosamente, tan olvidado en la información como desconocido en el análisis: la crisis del capitalismo, por lo mismo que entraña una agudización de la competencia por los mercados, conlleva la exacerbación de las luchas interburguesas.

Éstas se presentan en tres planos combinados: pugna entre los centros imperiales, enfrentamiento entre las metrópolis y las economías subordinadas, choques de estas últimas entre sí. No es preciso decir que ese conjunto revuelto está siempre en combate con los trabajadores: únicos productores de la riqueza que se disputan en las alturas de la sociedad. Mueve a confusión el hecho de que a menudo las fracciones más débiles del capital busquen treguas o alianzas con aquellos, a fin de alcanzar la fuerza que no tienen frente a los nodos principales del sistema mundial.

Así se explica la premura de Santos. Como asociado íntimo de Estados Unidos, Colombia es extremadamente vulnerable a la onda expansiva de la crisis en aquel país. La necesidad se convierte en virtud y pone a Bogotá a la vanguardia del hemisferio tras el propósito de, por fin, poner en marcha medidas de integración y autodefensa suramericana propuestas por el presidente Hugo Chávez desde hace años y constantemente eludidas y postergadas, cumbre tras cumbre, en monótonas y por lo general improductivas reuniones presidenciales, que sólo disimulan la hasta ahora indoblegable reticencia a la convergencia y unión por parte de un número de gobiernos en la región.

Así se explica, también, la rápida respuesta positiva de los gobiernos del área en esta oportunidad: aun con desigualdades notables, en los mandatarios suramericanos se abre paso una idea que pese a su obviedad ha demorado en hacerse conciencia: los estridentes signos de crisis en Europa, Estados Unidos y Japón, se descargarán como un maremoto sobre el conjunto de la economía mundial.

Con esto detrás, se reunieron en Buenos Aires el 12 de agosto los ministros de Economía y presidentes de Bancos Centrales de los 12 países de Unasur. (Ver Unasur frente a la crisis).
“Crisis y oportunidad”

No existe un contrapeso mayor a la inteligencia que la mezquindad. Pero ésta es componente inseparable, obligado, de un empresario o político capitalista, dado que apropiarse de lo que corresponde a otros y disputar por los medios que sean los excedentes de cualquier proceso económico está en la naturaleza misma del sistema. Ya la sabiduría popular advierte que “la avaricia rompe el saco”. Falta agregar que ciega como arena en los ojos, distorsiona los reflejos como el alcohol en la sangre, paraliza o lanza a la acción desesperada como el pánico.

Tal vez por eso pudo penetrar en ciertas esferas una noción carente de fundamento científico o, tanto menos, valoración humana de la crisis. Descontrolados por el terror de noticias tales como la amenaza de quiebra de Estados Unidos, ebrios por la suba en flecha del oro y las tierras, encandilados por los cotidianos anuncios de quiebras de grandes Bancos y, peor aún, de países –Grecia, España, Irlanda, Portugal, Italia, Gran Bretaña, riesgo de desaparición del euro y la Unión Europea, algunos publicistas del capital han llegado a la original conclusión de que la crisis entraña oportunidades y que los países productores de materias primas pueden salir altamente beneficiados del colapso mundial. Esa interpretación va acompañada de otro descubrimiento reciente: el eje del poder mundial se desplaza de los actuales centros imperialistas a los “países emergentes”.
Fetichismo de las palabras

Los mismos analistas y periodistas que miraban con desprecio a quienes desde hace años explicaron la inexorable decadencia de Estados Unidos, anuncian ahora con la misma falta de rigor que el eje del poder mundial se desplaza a los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Y para contrarrestar el impacto sobre la opinión mundial del derrumbe del capitalismo central, sostienen alegremente que el sistema sólo está cambiando de punto de apoyo en el planeta. Así las cosas, habría que celebrar la reprimarización de grandes economías de la región y garantizar la venta de grandes volúmenes a los nuevos ricos.

Esta interpretación no podría ser más irresponsable. El imperio más poderoso de la historia está en su agonía, sin duda. Pero el imperialismo es “la fase superior del capitalismo”. Es el modo de producción el que lleva al desastre y no el malfuncionamiento en su expresión más desarrollada y principal. Después de años de cháchara sobre la “globalización”, ahora se desconoce lo obvio: el mecanismo del capital es mundial, internacionalizado como nunca antes en todos los aspectos. La caída de Estados Unidos y la volatilización de su moneda, la desagregación de la Unión Europea y el fin del euro, romperán el equilibrio planetario y obligarán a medidas extremas en todos los órdenes. Sólo un dato: China tiene las reservas más voluminosas del mundo: 3,2 billones (millones de millones) de dólares. El 60% de esa masa está en dólares, de los cuales, 1,1 billones en bonos del Tesoro estadounidense.

Sin observar ni por un momento los problemas de la economía china en sí misma, es fácil deducir el impacto sobre el país más poblado del mundo de la caída del dólar verificada día a día o, por el contrario, medir los efectos de una eventual decisión de Beijing de poner a resguardo esa parte mayoritaria de sus reservas.

El sistema financiero y el aparato industrial mundiales, integrados e interdependientes a escala global como nunca antes, no pueden sostenerse sobre las actuales bases al margen de lo que ocurra con el dólar, el euro y el yen.

Pero hay algo más, y más importante: “emergente” es un término inventado a comienzos de los 1990 por el promotor de un fondo de inversión a ser colocado en el Tercer Mundo, que con fino olfato entendió que, tras la caída de la Urss, no era inteligente usar esa terminología para atraer inversores. Así, el Tercer Mundo (o, para decirlo apropiadamente, países semicoloniales, subdesarrollados, de economía dependiente), pasó a ser el mundo “emergente”. Para poner sólo un ejemplo: Argentina era así denominada cuando su economía, su industria y su población se sumergían en un océano de saqueo y destrucción de riqueza, de pobreza y marginalidad, de destrucción y distorsión de su aparato productivo. El fetichismo de la palabra “emergente” encubrió la naturaleza del fenómeno y hoy llega al punto de presentarlo como vía de salvación para el capitalismo.

A no dudarlo: China, India y Brasil –tres economías del Tercer Mundo, dígase sin rodeos– serán violentamente afectadas por la crisis en curso. No hace falta decir qué ocurrirá con las restantes economías de menor envergadura.
La guerra y la paz

Pero ése es sólo un aspecto. Imposible separar el recrudecimiento de la crisis global capitalista, la ofensiva bélica de la Otan contra Libia (y proyección a Siria e Irán) y la agresividad creciente de la diplomacia y los servicios secretos estadounidenses en América Latina. Nunca como en estos tiempos habrá quedado más en evidencia la correspondencia directa entre capitalismo y violencia, entre crisis sistémica, necesidad de potenciar la industria bélica y apelación a la destrucción como mecanismo de saneamiento económico. Estados Unidos no sólo tiene, todavía, el PIB más grande del mundo: es, a mucha distancia, el mayor aparato de dominación y destrucción jamás conocido en la historia. Incluso el peso económico de su dispositivo militar tiene enorme peso político. Véase si no la conducta servil de la Unión Europea en la agresión a Libia. O, en otro escenario: ¿cómo desconocer que en Colombia, donde el Gobierno trata ahora de protegerse de su sujeción económica a Estados Unidos, hay siete bases militares de su socio del Norte?

El desplazamiento del unicato estadounidense hacia una multipolaridad es una evidencia que no requiere argumentos. Pero la idea de que la crisis estructural del capitalismo y los devastadores efectos sociales en todo el mundo (sea que se hable de Inglaterra, España o Etiopía), se resuelven con una graciosa mudanza del poder de Washington a Beijing, carece de fundamento. Del mismo modo, el desmoronamiento financiero no se soluciona con reformas a las instituciones de Bretton Woods.

Innecesario aquí insistir con índices económicos o bursátiles, cifras de desempleo, millones de hambrientos… El intento de ocupación de Libia, las imágenes dantescas de incendios en Londres y Santiago de Chile en medio de grandes sublevaciones de masas, la preparación fáctica y propagandística de un ataque exterior contra Siria, las provocaciones contra el gobierno de Venezuela también apuntadas a una agresión externa, todo en el marco de una nueva recesión y el riesgo cada vez más cercano de depresión, no dejan lugar a dudas. La antigua disputa entre reforma o revolución tiene hoy una única alternativa
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lunes, 12 de septiembre de 2011

EL OPIO DE LOS PUEBLOS.

Mucho hemos madurado como ciudadanos, en esta reciente década libertaria, para seguir permitiendo que algunos señores quienes se autodenominan ‘demócratas’, nos pretendan seguir manteniendo en la oscura ignorancia a través de discursos similares a los usados por los Jesuitas, cuando vinieron a ‘evangelizar’ a nuestros aborígenes y convencerlos que todas las vejaciones y muertes de las que eran víctimas son consecuencia de los designios de un Dios; esto por citar un ejemplo.

Y es que al mejor estilo medieval, el sector político-mediático opositor, tergiversa las palabras del Nuevo Testamento y del Antiguo Testamento, para continuar enajenando a los venezolanos y venezolanas construyendo alrededor de la manipulación religiosa, un discurso cargado de símbolos e ideas que sólo responden a los intereses sectarios, racistas y clasistas de un grupúsculo de individuos ‘demócratas’.

Contradictoriamente, esta facción opositora de moderadores, locutores, periodistas, escritores y opinadotes de oficio, se escudan en los Principios y Valores del sistema Democrático venezolano, para violentarlo y mancillarlo en todo momento y cada vez que expresan sus nefastas ideas.

Basta con sólo escucharlos o leerlos todos los días, manipulando hechos reales para endilgárselos a la Deidad que mejor les parezca, con la única intención de convencer a su audiencia, así como hacían muchos Sacerdotes diciéndole a los feligreses que eran pobres porque Dios así lo había concebido, de este modo ridículo y bajo la vocería derechista y oposicionista barinesa ha afirmado que la enfermedad del Presidente Chávez es un designio Divino por sus acciones, que el estado Barinas está hundido en una maldición por causa de la Familia Chávez y para usted de contar.

Por este tipo de personajes sin escrúpulos, desprovistos de todo respeto por la Fe y Religión de los barineses y las barinesas, multiplicadores de los más oscuros deseos debido a su frustración por tener como Primer Mandatario al Zambo de Sabaneta de Barinas; por estos, quienes sistemáticamente se hacen llamar ‘demócratas’, es que Karl Marx esgrimió que ‘La Religión es el Opio de los Pueblos’.

A Marx se le olvidó un derecho del ser humano.


Un reconocido periodista, experto en materia petrolera, dijo en una entrevista televisada, lo siguiente: “A Marx se le olvido un derecho del ser humano: quien más trabaja debe ganar más”. Pero antes había dicho: “El socialismo o el comuismo no tiene capacidad de rectificar mientras que el capitalismo sí tiene sus mecanismos de defensa”.
¿Serán ciertas las dos afirmaciones que hizo el periodista en un canal de televisión?
Vayamos a las realidades objetivas o verdades verdaderas. Comencemos por el principio. En el mundo actual, explotadores y explotados, opresores y oprimidos, hablan de derechos humanos acusándose los unos a los otros de defenderlos o de serles violados. Vivimos, incluso, una época donde el cinismo se adorna de fraternidad, el sadismo de solidaridad, el victimario se pone la capa de la víctima para justificar su crimen; es decir, reina la mentira en perjuicio de la verdad, la contradicción en daño de la armomía. Por eso vemos casos de un gobernante que se atribuye la potestad de ordenar la invasión a otra nación para adueñarse de la riqueza que no le pertenece y alegar que lo hace en nombre de la defensa y el respeto a los derechos humanos; o, simplemente, con escalofrío e indignación escuchamos a un mercenario que asesina a mansalva a sus víctimas solicitar, cuando se encuentra indefenso o capturado, que le respeten sus derechos humanos. Ese es el mundo que ha creado la globalización capitalista salvaje.
En este mundo no existe persona, independiente de su nivel de conocimientos o posición de clase social, que no hable de sus derechos humanos. Pero la inmensa mayoría de la población del planeta, así lo creo, desconoce que Marx es –hasta el sol de hoy- quien mejor ha escrito sobre derechos humanos y no necesitó para ello emborronar miles de cuartillas sino que lo hizo, de manera magistral y científica, en un texto bastante reducido en número de páginas y que, lamentablemente, muchísimos de sus críticos, no se han ocupado de estudiarlo: “Sobre la cuestión judía”.
Decir que a Marx se le olvidó un derecho del ser humano, para hacernos creer que el socialismo o el comuismo es un régimen antihumano y destinado al fracaso, es una falacia, es una gran mentira. Nadie, en este mundo, como Marx hizo un análisis tan profundo, tan dialéctico y tan científico de los derechos humanos. Si una persona dice que a Marx se le olvidó un derecho del ser humano tenemos que creer que ciertamente algo ha leído de sus obras pero, al mismo tiempo, debemos creer –por lo menos- que algo de esas obras ha dejado de leer por una u otra razón o motivo. “El capital”, por ejemplo y sin que yo lo haya leído en su mayor parte debido a que no poseo el nivel de conocimientos para entenderlo íntegramente, es una inmensa compilación, un gfran análisis, estudio, reflexión científica de los derechos humanos y, especialmente, de los que corresponden al proletariado y que son vulnerados grotescamente por los amos del capital o, mejor dicho, por el capitalismo. Así lo creo, interpretando como derechos humanos, más naturales que políticos, entre otros: los de la vida, la libertad, la solidaridad, el trabajo, la felicidad, la educación, la salud, la recreación, de pensamiento, de expresión, de juicio o, mejor decir: todo lo que haga real la ausencia más absoluta de la esclavitud social. Y esos derechos humanos van mucho más allá de los derechos humanos descubiertos por ideólogos estadounidenses y franceses para joderse en los pueblos explotados y oprimidos. Pues, los que quieran saber de derechos humanos no tienen más que ir a la lectura y estudio de ese maravilloso trabajo científico y dialéctico del camarada Marx mencionado arriba. Para que no se nos olvide: “Sobre la cuestión judía”.
Acá vamos es a referirmos a ese derecho que el reconocido periodista y experto en materia petrolera nos dijo que se le olvidó a Marx: “Quien más trabaja debe ganar más que el que menos trabaja”.
Empecemos por decir que ese es un criterio, por ahora aceptemos que sea un derecho humano en todo el sentido de la palabra, que contiene una mitad de verdad y una mitad de mentira. El salario, por lo menos para un marxista o socialista, no debe limitarse exclusivamente a la cantidad de tiempo de trabajo sino, igualmente, a la calidad de lo producido. El capitalista, por el contrario, tasa el salario, por lo general, sin tomar en consideración el tiempo socialmente invertido por el trabajador para producir mercancías sino, especialmente, por el principio de pagar menos por la mayor cantidad de trabajo productivo. Y mucho menos toma en cuenta, para pagar salarios, la elevación continua, por los mismos capitalistas, de los precios de las mercancías de primera necesidad para la existencia humana; es decir, eso que se llama inflación. Las luchas económicas, la existencia de sindicatos, los contratos colectivos, las huelgas económicas, son pruebas irrefutables de esas realidades. ¿Será verdad eso que estoy diciendo? Bueno, por lo menos, así lo creo. Precisamente, para contrarrestar un poco la mala política salarial que aplican los capitalistas para perjudicar a sus trabajadores, nació la consigna: “Escala móvil de salarios”. Que por cierto, en casi ningún país del mundo se aplica. Claro, la mayor culpa la tiene el proletariado por no restearse a luchar por sus reivindicaciones. Los obreros de una fábrica, por ejemplo, trabajan y se sacrifican mucho más que el patrón de la misma pero, sin embargo, éste se queda con la mayor parte de la ganancia de lo producido porque al trabajador no le remunera su plustrabajo. Entonces, ¿quién viola el derecho del ser humano de que a más trabajo más debe ganar: el obrero o el patrón?
Lamentablemente, muchos políticos y economistas confunden la fase socialista con la que Marx denominó comunista. No pocos de los que fueron gobernantes en los países que se llamaron socialistas, cayeron igualmente en esa trampa de erróneas interpretaciones. Marx no tiene culpa alguna en esos berenjenales. No pocos, por ejemplo, han confundido la fórmula que utilizó Marx para caracterizar el comunismo: de cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades como un principio del socialismo. Craso error. Marx tampoco tiene culpa alguna en ello.
Marx tuvo un concepto muy elevado del socialismo y por ello creía que éste era superior al capitalismo desde su comienzo. Claro, Marx creyó que el socialismo triunfaría, primero, en las tres naciones más avanzadas de suy tiempo: Francia, Alemania e Inglaterra. Y en cosas de conceptos sobre trabajo y salario, Marx les sigue llevando una morena a todos los economistas de este mundo reunidos en un mismo saco si se quiere y sin faltarle el respeto ni desconociendo los méritos de nadie. Marx estudió y explicó científicamente todas las formas de trabajo y todas las expresiones del salario. Tratar de encontrar o elaborar conceptos nuevos sobre los mismos, execrando los de Marx, sería como ponerse a encontrar una aguja en un pajal que cubre todo el desierto del Sahara.
Si en algo, con una luz más clara que la que le brinda el sol al día, el marxismo es científico es en eso de caracterizar al socialismo y, especialmente, en relación con el trabajo y el salario. Precisamente, el marxismo, ese que legó a la humanidad el camarada Marx para que sirviera –especialmente- como guía de acción al proletariado revolucionario para transformar la sociedad y conquistar su emancipación social, enseña que para construir el socialismo son indispensables, al decir del camarada Trotsky y tiene razón: “Dos palancas deben servir para reglamentar y adaptar el plan: una palanca política, creada por la participación real de las masas en la dirección, lo que no se concibe sin democracia…; y una palanca financiera resultante de la verificación efectiva de los cálculos a priori, por medio de un equivalente general, lo que es imposible sin un sistema monetario estable”. Mejor dicho y en otros términos, como igualmente lo señala el camarada Trotsky: “… el éxito de una edificación socialista no se concibe sin que el sistema planificado esté integrado por el interés personal inmediato, por el egoísmo del productor y del consumidor, factores que no pueden manifestarse útilmente si no disponen de ese medio habitual, seguro y flexible, el dinero. El aumento del rendimiento del trabajo y la mejora en la calidad de la producción son absolutamente imposibles sin un patrón de medida que penetre libremente en todos los poros de la economía, es decir, una firme unidad monetaria”. Para buen entendedor, pocas palabras: de allí está clarito deducir que a mayor cantidad de trabajo mayor salario y, especialmente, cuando se trata de mejor calidad lo producido. Marx nunca dijo que leyes de la revolución burguesa jamás podrían ser aplicadas por una revolución proletaria. Lo que sí dijo Marx es que en el comunismo –segunda fase- quien pretenda cobrar salario por trabajo realizado, está fuera de foco. El dinero desaparece en el desarrollo del modo de producción comunista como también las clases sociales y el Estado con todos sus aditamentos. Que muchos o pocos no lo crean por ahora, es otra cosa. Lo más seguro es que las generaciones, por lo menos de más de diez años de edad, actuales no lleguemos a vivir esa realidad.
El socialismo no está en capacidad de garantizar que cada uno trabaje según su capacidad y que cada uno reciba según sus necesidades y, mucho menos, lo está el capitalismo que se nutre de robarle el plustrabajo al obrero para quedarse íntegramente con la plusvalía. En el socialismo el trabajo debe ser remunerado con un salario que tiene que ser mucho más justo que en el capitalismo, porque aquel establece condiciones socioeconómicas más favorables para la vida humana que noson posible conquistarlas en el capitalismo más democrático del mundo. En el socialismo, mientras sea necesario el salario por trabajo realizado, éste no pierde su carácter de explotado o de esclavitud. Sépase que el salario, de acuerdo al trabajo y sea o no en el socialismo, lo dijo Trotsky y tiene razón, “…está calculado, en realidad, en interés del trabajo , en detrimento del manual y, sobre todo, del trabajo no cualificado. Es una causa de injusticia, de opresión y de coerción para la mayoría, de privilegios y de para la minoría”. En definitiva: el problema no está en que quienes trabajen más, ganen más. No, el problema esencial de este tiempo es que se ha hecho indispensable la conquista de la emancipación del ser humano para que pueda reinar la libertad por encima de la necesidad.
Y sobre la segunda afirmación hecha por el reconocido periodista y experto en materia petrolera de que “El socialismo o el comuismo no tiene capacidad de rectificar mientras que el capitalismo sí tiene sus mecanismos de defensa”, basta con decir pocas palabras para desmentirlo con argumentos irrefutables. Debemos entender Estados y gobernantes por capitalismo y socialismo para poder hablar de mecanismos de defensa o de rectificación. La Comunidad Primitivatuvo sus mecanismos de defensa y eso no evitó que le desplazara el Esclavismo. Este también tuvo los suyos pero tampoco evitó que le sustituyera el Feudalismo. Este igual los tuvo pero no pudo evitar que lo desplazara el Capitalismo. Este, ciertamente, tiene los suyos pero no podrá evitar que lo supere el Socialismo. Este, también tiene los suyos aunque no lo crea el reconocido periodista y experto en materia petrolera, pero eso no evitará que la fase comunista lo desplace y al Comunismo, lógicamente, lo sustituirá otro modo de producción aunque tenga sus mecanismos de defensa. Así será siempre hasta que un día el género humano y la Tierra sobre la que vive, desaparezcan para confirmar por última vez en este planeta que todo lo que nace es digno de morir. En fin: el capitalismo podrá rectificar millardos de veces pero lleva en su entraña los gérmenes de su propia destrucción. Y eso no lo pueden evitar las voluntades de los gobernantes del capitalismo, porque ningún modo de producción, como nada de lo existente, posee los mecanismos olos dobes divinos de defensa para ser eternos en la vida. Es todo.
Para finalizar, una pregunta y cada lector que la responda a su manera: ¿Qué potencia imperialista no viola el derecho a la autodeterminación de los pueblos, sin el cual los otros derechos humanos no valen un pito..

LA VIRTUD SOCIALISTA


“Los dos tipos de virtud son: las virtudes intelectuales y las virtudes morales. Las primeras actúan como perfeccionamiento de la inteligencia y las segundas, para trabajar en favor de la voluntad, del sentimiento, resultando la mejoría individual en un bien colectivo.
La virtud busca la verdad mediante el estudio, la reflexión, la atención, que fortalecen la mente, desarrollan la inteligencia, en la dirección del objetivo que persigue: la posición de la verdad, el conocimiento de la ciencia, la adquisición de la sabiduría.
La virtud moral se desdobla en cuatro clases de virtudes esenciales o básicas conocidas desde la antigüedad y son: las virtudes personales para el perfeccionamiento del individuo; las virtudes sociales que lo preparan para hacer bien al prójimo y las virtudes religiosas, que facultan y dan sentido al sentimiento innato de su relación a Dios, sin intermediarios.
Es posible añadir a las virtudes el buen consejo o arte de bien aconsejar, el recto juicio o el sentido común que da la capacidad para evaluar o juzgar los acontecimientos en su valor real y a las personas en su propia realidad.
El mayor enemigo de la virtud es el vicio o disposición de hacer el mal. La disposición de hacer el mal  es el resultado de los apetitos inferiores de la personalidad con sus consecuentes daños morales. El vicio es la herencia del primitivismo que aún perdura en la naturaleza humana, cuya voluntad moral, débil, se somete a sus impulsos en prejuicio de la razón.
La virtud es la conquista más desafiante para el hombre y la mujer, que se debe empeñar en conseguirla. Ella propicia a la vida, nobleza y dignidad, cambiando las asperezas de nuestro proceso evolutivo y facultando alegrías al superarlas.
El arte, la ciencia, la tecnología facilitan y embellecen, sin duda, la vida, pero sólo la adquisición de la virtud moral proporciona al hombre equilibrio, autocontrol, feliz intercambio con sus semejantes y con todo lo que te rodea, transformándose en la más alta realización personal en beneficio social.
De las virtudes cardinales bien vividas, nacen la fe, la esperanza y la caridad sin las cuales el individuo no se encuentra con su propio yo. De éstas a su vez surgen la humildad, el perdón, la paciencia, la abnegación y la beneficencia.
Delante de todas, para el perfecto éxito, se impone la humildad. Sin ésta, las otras enflaquecen y pierden su valor. El orgullo, la vanidad, la presunción constituyen vicios que impiden el desarrollo y la grandeza de la virtud”

Presidente Chávez opina sobre agresión a Libia EEUU Unasur y el Alba

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Ideas y propiedad

El capitalismo todo lo desintegra, lo fragmenta, de esta manera impide que lo derrote su gran enemigo: el Socialismo integrador. Se podría resumir la lucha actual como la batalla por la integración social contra la desintegración.


Los clásicos postulaban como tesis central: "Los hombres, al establecer las relaciones sociales con arreglo al desarrollo de su producción material, crean también los principios, las ideas y las categorías conforme a sus relaciones sociales."

Se establece así un vínculo entre las formas económicas y la producción de las ideas, de la conciencia. De allí que las formas de propiedad de los medios de producción que adopte la Revolución, tendrán relación con la conciencia y con las ideas que en ellas se soporten.

A su vez, las formas de propiedad que adopte la Revolución son determinadas por la ideología. Se desprende que es necesario establecer las influencias ideológicas en el proceso bolivariano, de las formas económicas y la conciencia que de ellas emanen.

Somos un país capitalista rentista con una inmensa franja excluida, un proletariado pequeño, una clase media importante, una burguesía parasitaría de la renta, heredera de la oligarquía antibolivariana enriquecida con el sudor y la sangre de la esclavitud. Tenemos una fuerte influencia cultural de la metrópolis gringa.

Pero además, somos una sociedad con historia de rebeldía: se puede establecer un hilo de continuidad entre las batallas de liberación contra el imperio español, la lucha contra las oligarquías y la Revolución actual.

Esta sociedad no ha estado aislada del movimiento revolucionario mundial. El sentimiento revolucionario internacionalista siempre nos acompaña. Carlos Aponte participó junto a Guiteras en las batallas contra la tiranía en Cuba y en la Nicaragua de Sandino, Gustavo Machado fue oficial del ejército Sandinista que se enfrentó al imperio en Centroamérica, fue también junto a su hermano Eduardo fundador del Partido Comunista de Cuba.

Siempre se recordará el secuestro del Coronel del ejército gringo Smolen, para pedir la libertad de Nguyễn Văn Trỗi, finalmente fusilado por la invasión gringa en Vietnam.

La ebullición intelectual del mundo revolucionario siempre ha llegado hasta nosotros: libros, películas, charlas y militantes de las revoluciones mundiales han tocado estas tierras.

Este es el caldo de cultivo en el que crece la Revolución Bolivariana, es fácil deducir la feroz lucha ideológica que sucede en torno a las formas económicas. Variadas ideologías encuentran asidero y soporte en nuestra heterogénea realidad. Veamos.

Muchos hablan a favor de la propiedad capitalista, pero de forma avergonzada o engañadora. La mayoría de las propuestas son formas de propiedad "colectivas" que, al no ser sociales, siempre terminarán enfrentadas al Estado y al Gobierno Revolucionario.

Al lado de esto existen formas de propiedad social, y emerge una nueva forma de propiedad que va más allá de lo social, la Propiedad Patria integradora, ésta abarca en su concepto al sentimiento profundo de las luchas que vienen desde nuestros Libertadores. Así la Propiedad Patria pertenece a todos nosotros, pero también a la historia y al futuro de las generaciones.

¡Con Chávez Resteaos!

Las Reservas Internacionales y la postura de la MUD.

La denuncia de los voceros de la oposición venezolana sobre el manejo de las Reservas Internacionales por parte del Banco Central de Venezuela y el Ejecutivo Nacional, son temerarias e irresponsables, con una falta de rigor profesional, científico y ético en el tratamiento de uno de los temas más sensibles al sistema económico de la nación.

Al divulgar información reservada y clasificada como secreta o confidencial de manera estándar por los Bancos Centrales del mundo, la oposición antinacional buscaba producir un perjuicio por adelantado al país, al intentar debilitar decisiones de política monetaria y financiera del BCV. La ley del instituto emisor venezolano en sus artículos 39 y 40 legisla sobre tal particularidad, y en el 42, fija el procedimiento para que la Asamblea Nacional o sus Comisiones accedan a los documentos clasificados por el directorio del BCV.

La banca central del mundo tiene como practica universal un manejo prudente en lo que a información publica se refiere de la colocación de las reservas internacionales y de las condiciones financieras de esas operaciones. El vocero de la MUD ha podido ejercer su derecho democrático para criticar las decisiones del banco central, lo cuestionable es que por egolatría protagónica de a los medios de comunicación nacional e internacional un documento con información de estado. Horas después la agencia internacional calificadora de riego Standard & Poor¨s rebajó la nota crediticia a nuestro país, alegando una supuesta “inseguridad política”; Tal hecho es demasiada coincidencia y parece formar parte de la reiniciada campaña de desprestigio contra el gobierno bolivariano por parte de la derecha internacional con sus parlantes nacionales, a estos últimos sin importarles nada si la economía pudiera ser afectada.

La Mesa de la Unidad Democrática miente a la nación al señalar una supuesta operación para “mudar en secreto” las reservas internacionales. El BCV esta autorizado por ley, junto con el Jefe del Estado, para administrar con los criterios de seguridad, confiabilidad y transparencia las Reservas Internacionales. Lo de fondo es que el BCV y nuestro gobierno bolivariano actúan correctamente al evaluar los actuales escenarios de grave crisis financieras y presupuestaria en el mundo capitalista industrializado, particularmente Estados Unidos de Norteamérica y Europa, para de esta manera, proteger nuestro principal activo externo de esta crisis, que por cierto, ha quebrado desde 2008 al presente, a 254 Bancos e Instituciones financieras sólo en los Estados Unidos de Norteamérica.

Evaluar la colocación de reservas en economías emergentes, con crecimiento económico sustentable y menos vulnerables a la actual crisis capitalista tiene sentido estratégico, más aun si estas adelantan procesos concretos de cooperación e integración económica y financiera con nuestro país, éste es el caso de China, Brasil y Rusia. La MUD esta tan subordinada y entregada a los intereses de los Estados Unidos de Norteamérica que obvia los cambios planetarios que han llevado por ejemplo a la China a ser la segunda potencia económica y ser uno de los primeros acreedores de EEUU con mas de un trillón de dólares en títulos del Tesoro americano, así como poseer mas de tres trillones de sus reservas en la moneda dólar; o que todos los países de UNASUR discuten ahora mismo mecanismos, en el marco de una nueva arquitectura financiera regional, para coordinar el manejo de las Reservas Internacionales, protegerlas y garantizar con ellas la soberanía financiera de Suramérica.

Con crasa ignorancia sobre la materia la oposición política venezolana envía un mensaje desestabilizador de la economía cuando tienen el tupe de afirmar “que el dólar, el euro y la libra esterlina dejaran de ser el respaldo del bolívar” por los movimientos de reserva que estudia aplicar el BCV. Nada más falso y burdo dado que en cualquier escenario futuro, las Reservas Internacionales siempre estarán constituidas con monedas reservas de valor que le sirvan a nuestra economía al acceder al mercado mundial para adquirir alimentos, medicamentos o cumplir con compromisos financieros como la deuda externa.

Es totalmente reprochable que los voceros de la MUD con estas afirmaciones buscaran una reacción adversa de los mercados financieros con relación a nuestros títulos y bonos externos. Las reservas estén donde estén seguirán siendo reservas internacionales. Lo que se puede discutir es la seguridad de esas colocaciones por lo que es recomendable utilizar a la banca central de los países señalados, ello guardaría correspondencia con criterios que no privilegian la rentabilidad, concepto que comparto.

En igual sentido, nada más absurdo que esta oposición díscola y antipatria escandalizaran con relación a la decisión que el BCV tenga bajo custodia en sus bóvedas el oro monetario que le pertenece. Todos los venezolanos y venezolanas de buena fe, patriotas, nacionalistas, bolivarianos, respaldamos la repatriación de las toneladas de oro pertenecientes a la República que están en los países industrializados; esto no es otra cosa que un acto de soberanía nacional.

Es incomprensible esta actitud, es un oposicionismo a ultranzas, ciego, desprendido del sentido común y del interés de patria. La izquierda venezolana siempre cuestionó que un componente importante del oro monetario venezolano estuviera bajo custodia de instituciones financieras extranjeras. Es del interés nacional que ese 58% del total del oro bajo administración del BCV regrese a las bóvedas de éste. ¿ A quien afecta esta medida?. Argumentar que trasladar las mas de 200 toneladas de oro, la mayoría desde Europa, es un riesgo porque el barco puede hundirse, es un disparate que no merece discutirlo. Lamentablemente la oposición venezolana vuelve a asumir el papel de procónsules de instituciones financieras extranjeras, ocho exactamente, que hoy custodian nuestro oro. Que vergüenza.

Esta nueva campaña contra el país será derrotada. El pueblo de Venezuela y sus organizaciones bases del poder popular respaldan y le dan la confianza a nuestro Banco Central y al Presidente Hugo Chávez en el manejo de nuestras Reservas Internacionales. Ellas están en buenas manos.

El replanteo

En el cuadro geopolítico latinoamericano hay signos de un inminente nuevo salto de calidad. Diferente al vivido en la primera década del siglo XXI; con menos definiciones estratégicas y por eso, tal vez, menos energía transformadora. Aun así, sumados ambos pondrían a la región en un nivel cualitativamente superior al actual, replanteando incluso los parámetros de la política internacional.

Signos semejantes hay, claro, en todo el mundo. La diferencia es que entre el Río Bravo y la Patagonia un conjunto de países que estructuran la región cuentan con una formación económico-social homogénea y desarrollo capitalista relativamente elevado. Sobre todo, tienen a su favor una poderosísima combinación de experiencia histórica y realización reciente, posible de sintetizar en una bella y sugerente palabra: Alba. Pese a todos los intentos en contrario, los países componentes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América están afianzándose, cada uno en su propia experiencia y como nuevo bloque regional.

Ahora es posible esperar la irrupción de otro conjunto, con diferencias entre sí y respecto del Alba, entrelazados por una dinámica convergente impulsada por dos motores principales: los efectos de la crisis mundial del capitalismo y la necesidad de tomar distancia de las políticas con las que Estados Unidos y la UE pretenden contrarrestarla.

Esa segunda oleada, por demás heterogénea, está encabezada por Perú. Le siguen dos países que en apariencia podrían ubicarse en galaxias diferentes, pero en los hechos han comenzado a ser arrastrados por la combinación de crisis en los centros del capital, agotamiento de sus sistemas de poder y efecto en las masas del ejemplo del Alba: Chile y Colombia. Esos tres países signarán el cambio en el próximo período.

A la zaga viene Argentina, donde fuerzas agazapadas se disputan la definición a izquierda o derecha de la estrategia nacional. Algo semejante ocurre con México, más atenazado aún que el país austral por el riesgo de disgregación. En otro plano, distante y más estable, en vano a la busca de un lugar entre las grandes potencias capitalistas, está Brasil. Paraguay y Uruguay, condicionados por sus dos grandes vecinos, oscilan entre el Alba y la quimera capitalista
Capitalismo en cesación de pagos

Inestable expresión de este replanteo es la Celac. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños traduce en términos geopolíticos la impotencia imperialista. Esa relación de fuerzas tomara forma en Caracas en fecha a determinar (inicialmente fijada el 9 de diciembre, coincide con la asunción al día siguiente del próximo gobierno argentino).

En la segunda década del siglo XXI ya son escombros irreconocibles los planes de ocupación del mercado latinoamericano avanzados por la Cumbre Iberoamericana y la Cumbre de las Américas, en función de las estrategias de la Unión Europea y Estados Unidos, respectivamente. Esas estrategias, implementadas como parte de la lucha interimperialista en el último tramo de los 1990, fueron neutralizadas por el accionar de un bloque latinoamericano encabezado por Venezuela, quedaron fuera de combate entre 2005 y 2008.

En ese punto irrumpió la crisis estructural del capitalismo y tres años después, los gemidos de Barack Obama, las peleas a cuchillo entre Angela Merkel y Nicolás Sarkozy, la amenaza cotidiana de que Estados Unidos caiga en cesación de pagos (eso significa default) y la UE vea la desaparición del euro y el estallido de su bloque, sencillamente inhabilitan a los dos mayores centros imperialistas para disputarse entre ellos y con las burguesías locales el control y usufructo del capitalismo hemisférico o, dicho de otro modo, el saqueo de la plusvalía regional.

El espectáculo de Demócratas y Republicanos estadounidenses peleando por la extensión o no del endeudamiento, los pasos de ebrios de los presidentes europeos frente al colapso griego, indican la fractura de las burguesías imperialistas. No pueden ya imponer una línea de acción única y coherente en sus ámbitos directos, mucho menos pueden hacerlo en otras regiones, donde las clases dominantes tambalean y temen la amenaza de la revolución.

No se trata del desfasaje de las cuentas fiscales en Washington o los cimbronazos del colapso financiero en Grecia. Esos son apenas síntomas. La causa reside en otro lado: el sistema capitalista está en quiebra. El desconcierto divide a la burguesía imperialista y acentúa esa división entre sus socios menores en América Latina. Las clases dominantes de la región miran espantadas los hipotéticos efectos de medidas de saneamiento como las que el capital adopta ahora en Estados Unidos y la UE. Alguien lo decía con palabras elocuentes un siglo atrás: “los de arriba ya no pueden”.

Por esa brecha avanza el replanteo estratégico. No hace falta abundar sobre la fragilidad de posturas nacidas del desconcierto y el temor. Tampoco acerca del momento táctico que ese conjunto revuelto ofrece a un bloque armado de una estrategia antimperialista y anticapitalista.

En efecto, la impotencia de las metrópolis y la crisis del sistema alumbra la Celac, en tanto la larga y multifacética historia de lucha de los pueblos latinoamericanos y caribeños ha plasmado en el Alba. Ese diferencial ubica a la región como potencial nueva vanguardia, en un momento de crisis global sin precedentes.

LA CANALLA GOLPISTA

A sólo meses de las elecciones, el tema que predomina es el golpe. La disputa del poder copa la escena. El hecho no necesita más explicación. Los gringos piden buscar salidas paraelectorales, acelerar la embestida contra el pueblo, la Revolución, el Comandante Chávez. Y la contrarrevolución, sumisa, da cumplimiento a las órdenes recibidas, conspira, ya las funciones están repartidas. Veamos.

El encargado de sembrar el desencanto en la base escuálida es teodoro, para eso habla de Generales que darán un golpe si Chávez pierde, que el gobierno no cree en elecciones, que prepara desconocimiento. De esta manera coloca la lucha política en otro escenario, justifica la conspiración contrarrevolucionaria, preparan el ambiente internacional.

Los militares retirados son los encargados del susurro a los activos, siembran cizaña, intentan desprestigiar a oficiales, despiertan ambiciones, aumentan errores y descuidos.

En otros sectores intentan huelgas como esa de los transportistas, sacada de la manga, forzada, es obligatorio pensar que era un globo de ensayo. Ya sabemos de la conexión de este sector con la embajada gringa. Los médicos crean malestar, los guarimberos amenazan. En la mesa contrarrevolucionaria aparece con fuerza el componente golpista. oswaldo alvarez es su vocero más conspicuo, piden renuncia.

La canalla golpista está activa, sus plumíferos abonan la idea golpista, quien no lo perciba es un ingenuo. El cuadro político se desliza aceleradamente hacia terrenos de confrontación. Lo electoral, si bien no desaparece aún del escenario, cada día languidece. La contrarrevolución se sabe derrotada en las elecciones, entrampada en una Asamblea donde no brillan. No consiguen candidato para enfrentar a Chávez, se matan a cuchillo y buscan senderos torcidos.

Los dirigentes revolucionarios ya denuncian la situación. Ahora es necesario prepararnos.

Lo primero es preguntarnos ¿Por qué aceleran el golpe? La respuesta tiene un componente internacional, ya lo hemos tratado: el imperio necesita un éxito, y la cabeza de Chávez es excelente trofeo para subir las encuestas, además de los extraordinarios y estratégicos beneficios económicos.

Además de lo internacional, la misma Revolución ha dado holgura para la ambición golpista. Es necesario blindar ideológicamente a la Revolución, recordemos que toda derrota revolucionaria siempre es precedida por una derrota ideológica. La contrarrevolución se envalentona, sus más pusilánimes plumíferos ahora cantan como gallos porque perciben debilidad ideológica, ambigüedad, deseos de pactos, despliegue de puentes.

Es indispensable movilizar a la masa bolivariana, no son suficientes las declaraciones, no es suficiente mayoría electoral, es necesaria una mayoría actuante, capaz de votar y de salir a la calle, defender la Revolución y al Comandante.

Es necesario acabar con las zancadillitas, las mezquindades y las intrigas menores entre los bolivarianos, subir el nivel del debate, de las declaraciones. Ahora cada paso que se dé, cada intervención pública, influirá en el cuadro golpista. La pirotecnia verbal nos perjudica.

Es imprescindible que los escuálidos sientan que la orden del Comandante será cumplida. El Comandante ordenó: "La respuesta será demoledora." Hoy más que nunca toma vigencia el "Patria Socialista o Muerte".

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

El Batallon Intelectual Contrarevolucionarios.

El batallón (negri, hacnecker, dussel, dieterich, mészáros) tiene con Chávez su mayor reto, ya antes habían obtenido éxitos parciales: Porto Alegre consiguió distraer por años las fuerzas revolucionarias, Chiapas fue esperanza desvanecida en el miasma de estas teorías.

La llegada de Chávez destartaló todas estas teorías, había que recomponer el discurso, adecuarlo a la nueva situación, “filosofar” para impedir que la Revolución Bolivariana siguiera su camino de redención.

El batallón se trasladó para acá, rápidamente captó adeptos y posiciones para impulsar sus distracciones. Mientras la batalla fue contra la ultraderecha golpista tuvieron vigencia, pero ya en abril y diciembre, cuando la crisis pedía avanzar, mostraron su carácter reformista.

Cuando Chávez anuncia el antiimperialismo, el anticapitalismo, y calificó a esta Revolución de Socialista, el batallón entendió que había llegado el momento decisivo de la batalla. El objetivo era y es: cómo morigerar las intenciones de cambio, cómo hacerlas inocuas.

Se abre así dentro del proceso una lucha interna entre el reformismo distraccionista y la profundización de la Revolución.

Las proposiciones del batallón brotaron como hongos: foros, libros, las apuntalaban. En economía se propuso de todo para evitar la propiedad social, desde cooperativas, núcleos, Empresas de Producción Social. En lo social influyeron en la fragmentación. En lo político, obstaculizaron la organización del partido. En lo cultural sabotearon la formación, impidiendo el estallido cultural que una Revolución supone.

Sin embargo, la realidad es tozuda y demostró que las teorías del batallón contrarrevolucionario no funcionan. Sus resultados fueron magros: surgió la necesidad de avanzar, el viento de la confrontación obligó a tomar medidas revolucionarias, se profundizó, la Revolución Permisiva fue abreviada.

Ahora las teorías del batallón se hacen más explícitas, sus bases ideológicas aparecen con más claridad, se afilan. Surgen con fuerza tres elementos ya finales.

Primero, la revolución “no es posible”, “es una temeridad”, “es no estar en sintonía con la realidad”, “es muy buena pero es idealista”, “lo real es adaptarse a una especie de socialdemocracia”, a una suerte de “dar poder al pueblo” pero sin poner en jaque al sistema. Así la gente se preocupa sólo por resolver su vivir, su entorno, y no levanta la vista para la sociedad, no enfoca al sistema.

Segundo, aparece el rechazo al Estado, se le tilda de soviético, burgués, y se pretende sustituirlo por formas que fragmentan a la sociedad, la hacen incapaz de acciones políticas.

El tercer elemento, es atacar al líder, ellos saben que no hay Revolución sin líder, así lo dice la historia. Pero, ¿cómo hacerlo si su prestigio es tan grande? La respuesta tiene varias aristas.

Algunos, entre ellos dussel, lo igualan a los líderes socialdemócratas del continente. Así, Lula, Kichner, Tavaré, son iguales a Chávez. A estos gobernantes socialdemócratas los equiparan con la esperanza socialista de esta Revolución Bolivariana. Otros desempolvan la teoría del hiperliderazgo.

Una de las batallas más importante de la Revolución es el enfrentamiento con las teorías de este batallón, desenmascararlas como contrarrevolucionarias.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

Las definiciones

Las definiciones siempre son imperfectas, pero son indispensables. No podemos hablar con seriedad sin haber definido los términos que usamos, éstos generalmente son establecidos de antemano, son consuetudinarios.

Así, cuando decimos "en la tarde nos visitó" la mayoría de las personas entienden de qué se trata. Pero, cuando la comunicación es científica, en ese caso el conglomerado que la usa define los términos con máxima precisión. Tal es el caso de los médicos, para ellos "síndrome" es un término con significación sin ambigüedades. Lo mismo para un ingeniero, el término desbutanización no confunde a los entendidos.

En política la complicación es mayor: se trata de una actividad donde confluyen intereses, cultura, tradición, pugnas grandes y pequeñas, podemos decir que es la actividad más humana de todas las que realiza el hombre. En ella la realidad se confunde con la ficción, las intenciones con los logros, la verdad es escurridiza, la mentira es ética, la experimentación imposible. Es el alma el territorio de la confrontación, lo material a ella está subordinado, el crimen es un instrumento, la manipulación una virtud, y ésta muchas veces un estorbo. Los valores morales son cambiantes, la historia es cátedra escrita por los interesados. Siendo así, las definiciones son más borrosas, pero más necesarias que en cualquier otra área.

En política, por ejemplo, llamar "hijo de puta" a una mala persona puede ser manipulado para significar ofensa a una señora honorable, y de esa manera atacar a un programa de televisión adversario. También "pequeño burgués" puede significar una ofensa que irrita, cuando es un término técnico que indica relación social. Por eso es útil definir cuál es el sentido en que usamos los términos. Veamos.

En política la definición clara, muchas veces y para mucha gente, no es conveniente, no permite el movimiento cómodo, por eso es tildada de dogmática, de rígida, de poco amplia.

Para nosotros, Revolucionario se define fundamentalmente por su posición frente a la propiedad de los medios de producción y de la conciencia. De esta esencia se desprende un conjunto de características, de principios morales y éticos.

Esta definición imperfecta, es instrumento que permite movernos en el mar ambiguo de la política, es guía para la acción.

Siendo así, serán revolucionarias, en el estricto sentido de la palabra, en el sentido técnico, las tesis que postulen que la Revolución es posible, partidarias de la Propiedad Social de los medios de producción administrada por el Estado, y de la Conciencia del Deber Social que con ella se entrelaza, de la integración de la sociedad fragmentada. Éste es el núcleo que determina la búsqueda, la meta.

Entonces, que nadie se sienta ofendido si su teoría no entra en esta definición, que por cierto no es invención nuestra, es decantación de lo mejor del pensamiento revolucionario universal. Que nadie se ofenda, se puede ser una buena persona, siempre al lado de los humildes, pero sus tesis no se pueden clasificar de Revolucionarias.

¡Irreverencia en la discusión, lealtad en la acción!

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!

VALENTIA Y MOMENTO HISTORICOS

Tener sentido del momento histórico, como señala Fidel en su concepto de Revolución, exige inteligencia para captarlo y una gran valentía para actuar de acuerdo con él, cambiarlo, conducirlo, esa es la pasta de la que están hechos los líderes revolucionarios, eso los diferencia de los políticos desteñidos que se mueven de acuerdo a como sople el viento. Estos no cambian nada, aquellos fundan mundos.

Bolívar entendió su momento histórico, se nutrió de la Revolución Francesa, y de la Rebelión negra de Haití, y a partir de ese entendimiento tuvo la valentía de romper con él mismo, con su clase social mantuana y, como dice Fidel, cambiar lo que tiene que ser cambiado. Luchó por la Independencia, rompió la calma de trescientos años, fue huracán que fundó un tiempo nuevo.

El Libertador fue antiimperialista, como correspondía a su época, emancipó a los esclavos, que era la transformación económica más radical de su siglo, además tenía una visión de Patria Grande que aún luchamos por concretar. Sin duda, Bolívar es un Revolucionario.

Fidel, ese monumento viviente de la Revolución, tiene sentido de su momento histórico, y la valentía para plantearse la Revolución a noventa millas del imperio, en un país con mínimo desarrollo del proletariado. Supo romper dogmas y fundar una República con economía y conciencia socialistas, que hoy es santuario moral de los revolucionarios del planeta.

Con la Revolución Bolivariana y con el Comandante Chávez, hemos avanzado profundo en las transformaciones hacia el Socialismo. Cada día comprendemos más que la economía debe ser controlada por la sociedad a través del Estado Revolucionario, que ese control es requisito indispensable para que el humano le arrebate al capital la conducción de su vida, para que la ganancia deje de ser el centro de la existencia, y el hombre y la naturaleza ocupen su lugar de privilegio.

Recobramos la autoestima, la condición humana que nos elevó a ser ejemplo para el continente. Ahora con el Comandante Chávez, el pueblo encontró un líder que lo resume. Que tiene la inteligencia para entender que el momento histórico reclama la creación de una referencia para la humanidad en la superación del capitalismo, una sociedad que funde y expanda con su ejemplo el Socialismo, que demuestre que es posible elevarse desde las miasmas capitalistas hacia formas de organización liberadoras.

Un líder con la valentía de actuar de acuerdo al sentido del momento histórico, capaz de enfrentar los imperios, y capaz de hacer los cambios de todo lo que debe ser cambiado.

Varias son las muestras de la textura revolucionaria de Chávez, ahora mismo se enfrenta con la estatura de un gigante al Imperio capitalista global. Es uno de los pocos estadistas mundiales que sale en defensa del acosado Kadafi, cuando el mundo escurre el bulto y ve para otra lado ante el genocidio de aquel pueblo bombardeado sin misericordia, ante la ¡cacería criminal! de su gobernante legítimo. Chávez nos llena de orgullo internacionalista al tomar posición junto a la dignidad.

¡Sin Chávez no hay Socialismo, sin Socialismo no hay Chávez!